”Las industrias culturales son un sector estratégico de la economía”.Andrés Morte

¿Qué son las industrias culturales?

- Primero hay que dividir industrias culturales de lo que
son industrias creativas. Las primeras son las que aportan
valor económico a un territorio, servicios, generan empleo,
aportan visibilidad a un lugar y son sectores subsidiarios
del turismo. Hay zonas como Dublín (Irlanda) o el propio
Broadway (EE.UU), donde las industrias culturales inciden
directamente en los servicios de todo el lugar. Son un
factor de lucro importante y se deben considerar como un
sector estratégico dentro de la economía. Las industrias
creativas, en cambio, son los contenidos de creación o los
intangibles. Aquellos que alimentan lo que será el mercado a
futuro. No trabajan productos sino las ideas en sí y están
más vinculados al concepto de ciudadanía y acceso a la
cultura.

- Pero pasa que la idea de industrias culturales choca con
la noción de que la cultura debe mantenerse lejos de las
leyes de mercado porque se “contamina”.

- Existen recelos y muchas veces se cae en la contradicción
de pensar que la cultura no es negocio. Que es un bien
público y educación, cosa que es cierto en su función
social, pero eso yo lo dejaría en manos de lo que son las
industrias creativas. A lo que es investigación y
desarrollo, que trabajan más en el mundo de las ideas que en
el producto. Pero en definitiva, lo que un librero quiere es
vender libros y un productor que su obra de teatro o su
película sea vista por la mayor cantidad posible de gente.
Por eso, mientras las industrias creativas son tejido
ciudadano y patrimonio de los Estados, las industrias
culturales no pueden existir sin el sector privado, porque
son las que formatean las necesidades para después venderlas
igual que hace la industria automotriz cuando quiere vender
un coche.

- Hay quienes interpretarían esto como una ofensa.

- Pero este prejuicio es estúpido y elitista. ¿Por qué, sin
subvertir valores, un artista no puede vivir de lo que hace
como sí puede un médico o un dentista?. No hay que olvidar
que los americanos, que son los monstruos de las industrias
culturales, han creado también el cine independiente o
gigantes en Internet como Google que nacieron de la
iniciativa de cinco amigos. Ellos tienen muy claro que ser
independiente o trabajar en la cultura off (alternativa) no
es ni más ni menos que tener la capacidad, la libertad y la
arrogancia para subsistir en una competitividad salvaje. Si
no hubiera esa capacidad de innovación y creación, no se
alimentarían las industrias culturales. Pasa en Broadway,
donde todas las semanas los productores se van a ver el
teatro off porque es ahí donde se ven nuevas tendencias y
recambio. 

El empresario cultural muchas veces abomina de los circuitos
independientes, pero tienen que entender que son el mercado
a futuro y hay calidad.

- Las industrias culturales en Argentina suelen pecar de una
fuerte dependencia del Estado... 

- No debe ser así. Se puede vivir sin Estado. Incluso las
compañías de teatro más importantes del mundo son privadas y
buscan una rentabilidad económica con las obras que exponen.
Eminentemente, en este tipo de teatros las concesiones que
vamos a ver son mucho mayores que en otro tipo de teatros
donde las concesiones no tienen que ser. Las cargas deben
estar repartidas entre el sector público, el privado y el
tercer sector como universidades o fundaciones. Incluso, en
EE.UU donde el Estado es mínimo, sí hay fundaciones que dan
mucho dinero y después hay un sector privado que realiza
fuertes inversiones para proyectos rentables.
 
http://www.losandes.com.ar/Suplementos/Economico/nota.asp?nrc=395794&can=61&nprt=1